Las Ampa denuncian que en 50 institutos las familias han pagado parte de los libros
Reclaman a Educación que abone a los padres adheridos al banco público de manuales escolares el desembolso que han realizado para completar los lotes
La principal confederación autonómica de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) de la C. Valenciana, la Gonzalo Anaya, insiste en reclamar a la Conselleria de Educación la gratuidad total de los libros de texto prometida a través del programa XarxaLlibres.
El presidente de la Gonzalo Anaya, Màrius Fullana, revela que al menos 50 Ampa de Institutos públicos de Educación Secundaria (IES), «30 de Valencia más otras 20 de Castelló», se han quejado de que las familias han tenido que pagar parte de los manuales de sus hijos, especialmente los de segundo y cuarto de ESO que se han cambiado todos al implantarse en estos niveles la Ley Orgánica de Mejora de la Educación (Lomce).
La Gonzalo Anaya, aunque en un comunicado valora la puesta en marcha del banco público de libros de texto «por el gran ahorro que ha supuesto para las familias», considera «insuficiente» el dinero para hacer frente a los gastos de reposición y renovación de libros. Sostiene que dicha inversión «se ha quedado por debajo de las necesidades reales de los alumnos de los centros públicos, obligando a las familias, sobre todo a las de la ESO, a tener que reponer ellas, parte del coste de los libros».
Fullana señala que no van a dejar de reclamar a Educación «que abone a las familias de XarxaLlibres el coste que han tenido que hacer para comprar los libros que no han aportado los centros». Algo que será complicado, pues la misma confederación admite que la conselleria una vez en marcha el banco de libros no tiene previsto convocar este curso nuevas subvenciones a las familias para la compra de libros.
Más de 33 millones de euros
Educación ha destinado ya 33,2 millones de euros a la reposición y renovación de los libros de los centros educativos públicos. A los 20,2 millones presupuestados en julio, sumó en agosto otros 13 millones avanzados a los centros en concepto de gastos de funcionamiento con el fin de que pudieran cubrir las necesidades de reposición.
El departamento del conseller Vicent Marzà fijó un tope de 100 euros por alumno de 2º y 4º de ESO, cuando el precio del lote completo se estima en 278 euros. Fuentes de la conselleria sostenían que más de la mitad de los libros no era necesario cambiarlos pese a implantarse la Lomce, entre ellos los de Lengua castellana, Inglés, Valenciano y Geografía e Historia. No obstante, la Gonzalo Anaya incide en que muchos IES los cambiaron todos.
La conselleria emitió el 27 de julio una instrucción a los institutos y colegios públicos en las que ordenaba que «para asegurar el buen funcionamiento del banco de libros, los centros harán uso del dinero disponible de los gastos de funcionamiento para comprar y avanzar el pago de los libros hasta que reciban la dotación económica».
No obstante cuando llegó dicha circular, varios IES ya habían decidido en consejo escolar, con la aprobación de los padres incluida, que las familias costearan los libros que los centros no podían pagar con la dotación de XarxaLlibres.
De hecho, aún un mes y medio después de la instrucción todavía había centros como el IES Maria Enríquez de Gandia que, una semana después del inicio de las clases, el 16 de septiembre, comunicaron a las familias que con la dotación de conselleria solo habían podido llegar a cuatro libros por alumno, con lo que los que faltan «lamentamos comunicar que el centro no puede realizar más dotación y que las familias deberán conseguir el resto de libros para sus hijos».
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